
A la hora de adquirir una casa prefabricada, al igual que ocurre con las casas tradicionales, hemos de realizar un intenso estudio acerca de lo que necesitamos y confrontarlo con lo que nos ofrecen las distintas empresas dedicadas a este sector, buscando la casa más idónea para nuestra situación económica y nuestros planes de futuro.
Al igual que con una casa tradicional, hemos de mirar más allá del momento actual, y pensar en que si queremos formar una familia, tal vez no nos sirvan los modelas más pequeños de casas prefabricadas, o tener también muy en cuenta el lugar donde vayamos a ubicarla, sobre todo para los materiales y su resistencia.
Hay muchos factores a tener en cuenta antes de decidirnos definitivamente por nuestra casa prefabricada.
Muchos piensan que al ser una vivienda “menor” no les va a durar toda la vida, por lo que no toman la decisión de comprarla con el mismo rigor que utilizarían para comprar una casa tradicional, y con toda la responsabilidad que supone.
Sin embargo, se ha demostrado que una casa prefabricada con materiales de calidad y el mantenimiento adecuado puede ser casi tan duradera como una casa tradicional, siempre que no se encuentre en un entorno demasiado extremo que pueda desgastar los materiales más de lo debido.
Por tanto, la decisión de comprar una casa prefabricada también es muy importante, y debemos tomarla con cuidado, conociendo al dedillo todos los detalles de la compra, los materiales, el proceso de construcción de los módulos, la ubicación, la normativa, etc…
Aquí te vamos a dar algunos consejos muy útiles que te facilitarán el proceso de compra de una casa prefabricada:
– Lo primero es tener toda la información posible sobre las empresas que más interés de despierten. No hay que fiarse solo de lo que ponen en una página web, es evidente.
Debemos buscar opiniones de usuarios, mirar en foros, experiencias de otros compradores, e incluso visitar la fábrica de la empresa, si esta cerca de nuestro territorio, o también visitar, aunque sea por fuera, alguna casa que hayan montado, para ver de verdad como son los acabados de la vivienda.
– Una vez tengamos las referencias necesarias sobre la empresa, le facilitaremos toda la información posible acerca del lugar donde queremos ubicar nuestra casa prefabricada.
Desde el tipo de terreno, su situación en la localidad o ciudad correspondiente, el clima, las zonas verdes cercanas, el abastecimiento de luz, agua y gas…
Toda esta información debe servirle a la empresa para crear nuestra casa prefabricada de la mejor manera posible para que se adapte a ese terreno específico.
– No temer el ser pesados por preguntar dudas constantemente. La empresa debe aclararte cualquier duda que tengas, más en estos sectores en los que la información no abunda tanto.
No te quedes con ninguna duda dentro, exprésala a los profesionales, y ellos te la aclararán de la mejor manera que puedan.
– Como en toda obra que se realice en una casa, aunque ésta no sea una obra al uso, pide siempre que te desglosen el presupuesto según cada tarea o parte de la construcción, para tenerlo todo bien claro y no solo una cantidad final.
Una vez desglosado, compara ese presupuesto con otros que puedas encontrar, pide ayuda a gente que ya haya comprado este tipo de casas para que te aconseje sobre si el presupuesto es justo o no.
– Una vez haya comenzado ya el proceso de construcción de los módulos de la casa, realizar un seguimiento lo más cercano posible a ese proceso, siempre y cuando la empresa nos lo facilite.
Hablamos de pedir fotografías con los módulos tal cual los vayan terminando, información detallada de cómo transcurre el proceso, si va según lo previsto, si habrá retrasos, etc…
En definitiva, estar al día del proceso de construcción de nuestra casa igual que podríamos estarlo de una vivienda tradicional.
– Procurar que la empresa incluya en el precio de la casa todas las instalaciones importantes de electricidad, agua y gas, por ejemplo, para que no haya gastos imprevistos posteriormente, ya que estos son imprescindibles.
También procurar sea la propia empresa la que nos traiga la casa al sitio donde vamos a ubicarla y la monte allí mismo, o que nos ofrezca ese servicio a través de algún socio colaborador.
De esta manera es mucho más fácil que todo el proceso se realice de una vez.
– Por supuesto, haber elegido sabiamente la ubicación de la casa, teniendo en cuenta el clima, el entorno y cualquier otro asunto que pueda afectar a la misma.
Si todavía no tenemos decidido donde ubicarla, podemos pedirle consejo a la propia empresa, ya que ellos saben mejor que nadie cual es el sitio más adecuada para sus viviendas.
Evidentemente, eso también irá en relación a nuestras expectativas y necesidades, pero hay veces que queremos montar una casa prefabricada en un sitio poco adecuado por simple capricho, y es mejor no dejarse llevar por esas cosas.
– Enterarnos bien de la garantía de fábrica que trae la casa. Hablarlo claramente con la empresa, y negociar si es necesario algún seguro extra, que muchas ya ofrecen, para mayor seguridad de nuestra vivienda.
En este sentido también es adecuado ser consciente del mantenimiento que necesita la casa, sobre todo externo, ya que suele ser un mantenimiento algo especial, para evitar el deteriore de las paredes y tejados.
Ser conscientes de que ese mantenimiento supondrá costes anuales o bianuales, que suelen ser inferiores a los de una casa tradicional, pero que aun así pueden llegar a ser importantes.
– Y por último, como siempre, comparar precios, calidades, modelos entre la gran cantidad de empresas que ofrece casas prefabricadas en nuestro país, que cada vez son más.
Esa competencia se traduce en mejores precios para atraer a los compradores, y de eso nos beneficiamos claramente los usuarios.
Estamos en un momento perfecto para comprar una de estas casas, pero siempre con cabeza y sentido común.